Capitulo 58
Dice el autor que el cristiano y el anarquista tienen algo en común: su instinto tiende hacia la destrucción.
Pablo supo ver que el cristianismo, que empezó siendo una especie de secta derivada del judaísmo, podía aglutinar en un poder enorme todo lo rebelde, la herencia de anarquistas en el Imperio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario